“Un
buen estado físico es el primer requisito para ser feliz.” J. H Pilates
resumía así la filosofía del método que él mismo había creado.
El
método Pilates es un programa de entrenamiento que integra la parte física y la
mental, entendiendo que el cuerpo y la mente son una unidad. El entrenamiento
en la técnica de Pilates trata de explorar el potencial que el cuerpo humano
posee para el cambio. Su meta es lograr un mejor funcionamiento corporal a
través del fortalecimiento del denominado “centro de energía” refiriéndose a la
circunferencia del tronco inferior. Parte del cuerpo que soporta y refuerza el
resto del cuerpo.
Otro
de los pilares fundamentales del método es la aplicación de los seis principios
básicos: concentración, control, centro, respiración, precisión y la fluidez en
los movimientos.
Joseph
H. Pilates desarrolló este método hace más de noventa años. Se trata de sistema único de ejercicios de
estiramiento y fortalecimiento que coordinan de modo completo, cuerpo, mente.
La
práctica regular del método nos proporciona el desarrollo armónico del cuerpo,
eleva el bienestar emocional y robustece la mente. Conseguimos mejorar la
postura, nos movemos de modo más resuelto, dormimos mejor y se consiguen un
cuerpo más flexible y fuerte al tiempo que se mejora, sensiblemente, la figura.
Pilates facilita la armonía y el equilibrio muscular.
“Lo
ideal sería que nuestros músculos obedeciesen a nuestra voluntad, o lo que es
lo mismo, que ésta no estuviera dominada por las acciones reflejas de nuestros
músculos.” “Es la mente la que guía el cuerpo.”
Joseph Pilates estaba convencido del poder que la mente tiene para
controlar el cuerpo.
¿POR
QUÉ UN ENTRENADOR PERSONAL SI TENGO ALGÚN PROBLEMA O DOLENCIA FÍSICA?
Cada
día son más numerosos los profesionales: traumatólogos, neurólogos,
fisioterapeutas…, que recomiendan a sus pacientes la disciplina de Pilates para
trabajar y mejorar sus dolencias físicas.
Como
ya hemos anticipado, el método Pilates requiere una serie de principios básicos
que son fundamentales, pues sin su consideración podríamos estar cayendo en el
error de aplicar un programa más de gimnasia, que aunque no obtendríamos
resultados lesivos para nuestros alumnos, sin embargo no alcanzaríamos los
objetivos que nos proponemos al confiar en la disciplina de Pilates. Es por
esta razón, principalmente, por la que aquellas personas que busquen en el
método Pilates un medio para mejorar o resolver determinadas dolencias o
problemas de carácter físico, necesitan del apoyo de un profesional
experimentado que no se ciña exclusivamente a dar una clase magistral, sino que
le enseñe, en un periodo de tiempo razonable, a cuidarse personalmente y poder
prescindir, si así lo estimase el alumno o si fuere necesario, del apoyo del
profesional.
En definitiva: se trata de aprender a interiorizar y comprender
los beneficios que la técnica nos puede deparar y desarrollar, de modo
disciplinado los ejercicios específicos y su intensidad, que mejor se adaptan a
nuestras necesidades. Cada persona es única, diferente y por consiguiente,
incluso un problema con un mismo diagnóstico clínico, deberá de ser tratado de
modo personal, por lo que habrá que diseñar un programa de ejercicios acorde a
las características de cada alumno y su problemática. Después del periodo de
aprendizaje y con el conocimiento responsable de lo que nos conviene, podremos,
si así lo queremos, asistir a clases con grupos, reducidos o más numerosos, sin
correr riesgos que un profesor abrumado por el exceso de alumnos que requieren
atención específica, no puede evitar.
José Luis Illana
Agosto de 2013